La medusa invertida aún teniendo la capacidad de moverse pasa la mayor parte de su vida postrada en el fondo del mar junto a organismos enterrados en la arena. Habitan en aguas someras y relativamente claras para adquirir en condiciones adecuadas la reproducción.

Factores como la eutrofización costera o relleno de manglares, cuando hay exceso de nutrientes (sí, también son malos en exceso), favorecen su reproducción, por la degradación de hojas que provee sitios primarios de asentamiento y posiblemente señales metamórficas reproductivas, estableciendo grandes colonias e inclusive florecimientos.

Además su constante pero lento movimiento, le permite la captura de alimento, intercambio de oxigeno, regular su temperatura y la distribución de gametos e incorporación de fotosimbiontes.

Se alimenta de zooplancton, copépodos y materia orgánica disuelta o particulada.

Su depredador más común es el nudibranquio.

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